Editorial de novedades del Clap Nº 42 - Julio de 2004 Tenemos que gestar el cambio que se espera de nosotros. Los esfuerzos de editores de las investigaciones en salud nos están permitiendo tener en forma sencilla y resumida el análisis crítico de las investigaciones y poder estar actualizados. Dentro de ello, el CLAP está haciendo el esfuerzo de brindar a los proveedores de la salud de bibliografía que compendia los hallazgos a través de la página Web, la Biblioteca Virtual en Salud Materno-Perinatal, las Novedades, cursos y presentaciones en reuniones científicas. Mediante el uso adecuado de estos instrumentos podremos brindar la mejor atención, basada en evidencias científicas, más humanizada y que nos representará tener los mejores resultados, no sólo desde el punto de vista de la salud sino también en la satisfacción de los receptores y en los costos de la atención. También podemos brindar a los receptores de los cuidados mensajes claros y precisos, con los aciertos y limitaciones de los mismos, no creando en ellos falsas expectativas de su uso. Las Normas de Atención que actualmente están produciendo los países están basadas en las evidencias científicas y avaladas por citas bibliográficas de revisiones críticas de la literatura. Un buen ejemplo son las Normas de Honduras que publicitamos en las novedades anteriores. (1) Por otro lado, como un hecho auspicioso la población está adquiriendo conocimientos sobre las mejores prácticas y reconociendo su rol activo en sus cuidados y en la relación con los sistemas de atención. Existen organizaciones de mujeres que propician la atención humanitaria de la embarazada, del neonato, promoción de la lactancia, acompañamiento en el parto (doulas), etc. Aún más en los países se están promoviendo y logrando que se dictaminen Leyes que consideran un derecho la atención de la mujeres y los niños usando intervenciones humanitarias y basadas en las evidencias. Dos ejemplos de esto son las Leyes de Acompañamiento durante el trabajo de parto y parto de Uruguay y Argentina. (2,3) y el intenso trabajo que realizan la Red para la Humanización del Parto (RELACAHUPAN) (4) y Organizaciones no Gubernamentales. Todo lo antedicho nos representa una gran responsabilidad e implica un cambio radical en la clásica formación que hemos recibido. En todas las tareas individuales y colectivas que realizamos debemos incorporar este paradigma. ¿Cómo podemos lograr este accionar, cuál es la actitud a seguir y qué esfuerzo se requiere de nosotros para no quedar marginados de la prestación en salud que es el paradigma actual? Por otro lado, debemos aceptar incorporar en nuestra práctica los resultados provenientes de la investigación. Aunque parezca extraño este es el paso más difícil a lograr. Nuestra estructura hace que lo aprendido en etapa formativa e incorporado en nuestra práctica no pueda ser cambiado ante evidencias científicas que denotan que existe una manera mejor de prestar la atención. Ello es inadmisible y la relevancia de nuestra misión requiere aceptar el progreso y brindar a la población la mejor atención. También significa la humildad que tanto necesitan nuestros prestadores de salud. En mi rol de Director del CLAP cada vez me preocupa más esta situación. Es innumerable la cantidad de comunicaciones, de literatura, de eventos, de entrevistas personales donde se objeta el accionar de los prestadores de salud hacia una práctica no basada en las evidencias y además calificada como deshumanizada. Este último término es muy fuerte e implica una gran descalificación del accionar de los prestadores como científicos y como personas. Así se está viendo el accionar actual y pregunto: ¿está justificado? Para contestar a ello entonces hagamos una evaluación individual de nuestro accionar diario y en base al mismo juzguemos nuestra conducta para refrendar la misma o hacer los cambios necesarios. Damos sólo algunos ejemplos de preguntas que nos debemos hacer y contestar:
Considero que debemos hacer este cambio cualitativo y radical. Contamos con los elementos para tener el conocimiento y las acciones no implican mayores cambios estructurales ni costos. Está en cada uno el lograrlo y estoy convencido que aquél o aquélla que cambie sentirá la gran satisfacción de practicar la mejor atención de salud. José M. Belizán Referencias |