Leyendo un artículo que el periodista Juan Sasturain, publicó en la contratapa del diario Página 12 en la que dice que el ..."Yo creo" es el gesto humano por excelencia, lo asocié inmediatamente con lo que una mujer vive en su embarazo.
El 8 de marzo pasado se celebró el Día Internacional de la Mujer , dedicado al reconocimiento de sus derechos en el mundo.
MAYO JUNIO 2015 La potencia de parir"Parir es Poder " es el lema de la 10ª Semana Mundial del Parto Respetado que se viene celebrando desde el 2004 en distintos países del mundo y que este año tendrá lugar entre el 19 y el 25 de mayo. (ver información más abajo) Si bien, originalmente fue una iniciativa de la Asociación Francesa por el Parto Respetado, de la que fuimos voceros en Argentina en el momento de su su gesatción, hoy el movimiento de parto respetado es llevado adelante por un conjunto de redes nacionales, agrupaciones y personas que propone mejorar la vivencia del parto y la forma de nacer propiciando un cambio en el actual modelo de atención en los que también se consideren las necesidades emocionales de la mamá y el bebé. Respecto al lema de este año, "Parir es poder" nos interesa compartir algunas ideas sobre el significado del término "Poder" referido a esta experiencia. Nos inspiramos para ello en las ideas del filósofo holandés Baruch Spinoza, que da al poder el sentido de Potencia como aquello que cada uno puede cuando no se somete a ese poder que resta libertad para la acción. Lo plantea al poder como de lo que somos capaces. También en el pensamineto de Nietzche, la voluntad de poder, voluntad de potencia o pujanza es la ambición del ser humano para lograr sus deseos, la demostración de fuerza que le hace presentarse al mundo y estar en el lugar que siente que le corresponde. Representa una afirmación del cuerpo. En esta misma linea, Deleuze, otro filósofo más recinete dice que la vida que hay en nosotros es un grado de potencia, no es algo fijo y dado de una vez por todas, sino algo en continuo devenir, crecimiento y disminución. Sabemos que lamentablemente hay situaciones que inhiben nuestras potencialidades para actuar libremente en el momento del parto. Ser concientes de ellas, informándonos y preparándonos, permite que podamos prevenirlas y así enfrentarlas. Necesitamos conocer qué aumenta nuestra potencia, cómo conectarnos con nuestras fuerzas y recuperar la confianza como mujeres en nuestro saber ancestral para gestar y dar a luz. Con ese espíritu es que queremos presentar nuestra idea de "Parir es poder"; como la de poner en marcha toda nuestra potencia sexual femenina para hacerlo, según nuestras propias intuiciones, posibilidades, sin someternos a leyes, restricciones o tendencias, sino descubriendo nuestras capacidades ocultas, haciéndolas crecer y respetando sus devenires en libertad.
Ni una violencia obstétrica más En la convocatoria frente al Congreso de la marcha contra los femicidios, a la que asistimos semanas atrás, pudo verse que lo que a todas nos interpelaba, trascendía los límites de la consigna “Ni una menos”. Las voces que se reunieron ese día denunciaban además el machismo, la discriminación, la desigualdad y la violencia de género en particular. La fuerza de ese encuentro que reunió tanto a mujeres, en su mayoría, como a hombres y niños, residió en ponerle palabras a tanto padecimiento vivido en la cotidianeidad de los vínculos humanos. Los testimonios vertidos por las manifestantes en forma individual o en representación de algún grupo daban cuenta de la necesidad de compartir una experiencia común a viva voz. Recorriendo la plaza nos encontramos con algunas mujeres y familias reclamando por los derechos a un parto respetado, de ellas tuvimos la oportunidad de escuchar a través de sus relatos cómo habían sido violados sus derechos, sufriendo maltratos que se cobraron en algunos casos sus vidas o la de sus hijos recién nacidos o por nacer. Comprendimos una vez más que lo aparentemente individual es un fenómeno social, y que es necesario des-invisibilizarlo para que produzca efectos de cambio en nuestras creencias y pueda transformarse en nuevas conductas en la población. Más allá de la aprobación de leyes que las protejan, se necesita un cambio de actitud que impacte en toda la sociedad. Ser conscientes de nuestra responsabilidad como madres y padres en nuestras conductas cotidianas con nuestros hijas e hijos desde el momento mismo de la concepción. Saber que educar en igualdad y respeto de género es criar ciudadanos libres de prejuicios y discriminaciones y que eso se entrena desde el inicio de la vida.
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