Año 2015


ENE FEB 2015

Crear para creer y creer para crear

Leyendo un artículo que el periodista Juan Sasturain, publicó en la contratapa del  diario Página 12  en la que dice que el ..."Yo creo"  es el gesto humano por excelencia, lo asocié inmediatamente con lo que una mujer vive en su embarazo.
Tal como él lo describe, esta "afirmación en nuestro castellano se remite a "crear" y "creer" sin distinción."
En el embarazo tanto o más que en muchos otros momentos de la vida necesitamos creer para poder crear. Creer que podemos hacerlo,  que tiene sentido, que aunque no lo estemos viendo todavía, se está produciendo, y sobre todo creer que  una vez  creado, eso ya no nos pertenece.
La gestación de un hijo es la expresión máxima de nuestro poder creativo y de nuestra capacidad para creer y apostar  por la vida.
No podríamos sostener el mes a mes de un embarazo si no le otrogáramos credibilidad al bebé que estamos creando. El necesita de nuestra confianza tanto como nosotros precisamos tenernos fe en nuestra potencia femenina para concebir, gestar y parir.
 En tiempos mundialmente tan turbulentos como los que estamos viviendo donde para muchos la vida humana ha perdido valor, queremos iniciar este 2015 afirmando nuestra creencia por lo creado institucionalmente en todos estos casi 40 ininterrumpidos años y expresar nuestra confianza en que las nuevas criaturas por nacer construyan mundos en los que podamos seguir creyendo. 

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MAR ABR 2015


Celebrando otro Día de la Mujer

El 8 de marzo pasado se celebró el Día Internacional de la Mujer , dedicado al reconocimiento de sus  derechos en el mundo.
Que exista un Dia de la mujer nos hace reflexionar sobre la necesidad de seguir  todavía atentas a las desigualdades que hoy  existen en nuestra sociedad entre mujeres y hombres respecto a  las posibilidades y oportunidades tanto  para el desarrollo y crecimiento laboral  como para la experiencia personal  en general . Me sorprendió por ejemplo que,  según una encuesta  sobre 1.300 personas, exista una diferencia importante entre  hombres y  mujeres a la hora de realizar alguna actividad recreativa.
Inmediatamente me aparecieron las imágenes de tantas  mamás que no consiguen reservar algún tiempo de su día para actividades lúdicas o de esparcimiento en general . Las múltiples tareas que ellas desempeñan a lo largo del día, dentro y fuera de sus casas,   no contemplan ese tiempo de ocio que resulta tan reparador luego de una jornada en la que muchas veces, además de tener un  trabajo remunerado, se dedican a  atender   las necesidades de cada miembro de su familia. Y cuando logran tomarse un momento para sí mismas, les invade un sentimiento  de culpa  que no permite que lo disfruten plenamente.La falta de espacio para lo personal es lo que construye, a la larga, situaciones de frustración que en le mejor de los casos se expresa con undesentusiasmo  vital pero muchas otras veces  deviene en patologías emocionales como depresiones, ataque de pánico u otras.
Todavía hoy algunas mujeres pagan hasta con sus vidas por elegir   vivir sin respetar los mandatos  de  la sociedad machista en las que fueron criadas. Las cifras de femicidios siguen aún siendo alarmantes.
Por esto y por lo acontecido históricamente con las mujeres durante siglos es que nuestro compromiso es acompañar a los nuevos padres  a tomar conciencia  de la realidad de este mundo todavía desigual y a enfrentar el  desafío de educar a sus hijas e hijos  para que puedan ser mañana mujeres y hombres  que sepan  compartir  sus respectivos universos con respeto por la diversidad.

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MAYO JUNIO 2015

La potencia de parir

"Parir es Poder " es el lema de la 10ª Semana Mundial del Parto Respetado  que se viene celebrando  desde el 2004 en distintos países del mundo y que este año tendrá lugar entre el 19 y el 25 de mayo. (ver información más abajo) 

Si bien, originalmente fue una iniciativa de la Asociación Francesa por el Parto Respetado, de la que fuimos voceros en Argentina en el momento de su su gesatción, hoy el movimiento de parto respetado es llevado adelante por un conjunto de redes nacionales, agrupaciones y personas que propone mejorar la vivencia del parto y la forma de nacer propiciando un cambio en el actual modelo de atención en los que también se consideren las necesidades emocionales de la mamá y el bebé. 

Respecto al lema de este año, "Parir es poder" nos interesa compartir algunas ideas sobre el significado del término "Poder" referido a esta experiencia. Nos inspiramos para ello en las ideas del filósofo holandés Baruch Spinoza, que da al poder el sentido de  Potencia como aquello que cada uno puede cuando  no se somete a ese poder que  resta libertad para la acción. Lo plantea al poder como de lo que somos capaces.

También  en el pensamineto de Nietzche, la voluntad de poder, voluntad de potencia o pujanza es la ambición del ser humano para  lograr sus deseos, la demostración de fuerza que le hace presentarse al mundo y estar en el lugar que siente que le corresponde. Representa una afirmación del cuerpo. En esta misma linea, Deleuze, otro filósofo más recinete dice  que la vida que hay en nosotros es un grado de potencia, no es algo fijo y dado de una vez por todas, sino algo en continuo devenir, crecimiento y disminución. Sabemos que lamentablemente hay situaciones que inhiben nuestras potencialidades para actuar libremente en el momento del parto. Ser concientes de ellas,  informándonos y preparándonos, permite que podamos prevenirlas y así  enfrentarlas. Necesitamos conocer qué aumenta nuestra potencia, cómo conectarnos  con nuestras fuerzas y recuperar la confianza como mujeres en nuestro saber ancestral para gestar y dar a luz.

Con ese espíritu es que queremos presentar nuestra idea de "Parir es poder"; como la de poner en marcha toda nuestra potencia sexual femenina para hacerlo, según nuestras propias intuiciones, posibilidades, sin someternos a leyes, restricciones o tendencias, sino descubriendo nuestras capacidades ocultas, haciéndolas crecer y respetando sus devenires en libertad.
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JULIO AGOSTO 2015

Ni una violencia obstétrica más

En la convocatoria frente al Congreso de la marcha contra los femicidios, a la que asistimos semanas atrás, pudo verse que lo que a todas nos interpelaba, trascendía los límites de la consigna “Ni una menos”. Las voces que se reunieron ese día denunciaban además  el machismo, la discriminación, la desigualdad y la violencia  de género en particular.

La fuerza de ese encuentro que reunió tanto a mujeres, en su mayoría, como a hombres y niños,  residió en ponerle palabras a tanto padecimiento vivido en la cotidianeidad de los vínculos humanos.

Los testimonios vertidos por las manifestantes en forma individual o en representación de algún grupo daban cuenta de la necesidad de compartir una experiencia común a viva voz.

Recorriendo la plaza nos encontramos con algunas mujeres y familias reclamando por los derechos a un parto respetado, de ellas  tuvimos la oportunidad de escuchar a través de sus relatos cómo habían sido violados sus derechos, sufriendo maltratos que se cobraron  en algunos casos sus vidas o la de sus  hijos recién nacidos o por nacer.

Comprendimos una vez más que lo aparentemente individual es un fenómeno social, y que es necesario des-invisibilizarlo para que produzca efectos de cambio en nuestras creencias y pueda transformarse en nuevas conductas en la población.

Más allá de la aprobación de  leyes que las protejan, se necesita un cambio de actitud que impacte en toda la sociedad. Ser conscientes de nuestra responsabilidad como madres y padres en nuestras conductas cotidianas con nuestros hijas e hijos desde el momento mismo de la concepción. Saber que educar en igualdad y respeto de género es criar ciudadanos libres de prejuicios y discriminaciones y que eso se entrena desde el inicio de la vida.

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