Año 2013

ENERO FEB 2013

Parir y VIVIR sin violencias

Leo en la portada del diario de estos días que "las denuncias por distintos tipos de violencia en la pareja constituyeron más del 76 % de los llamados realizados a la línea gratuita para casos de maltrato familiar, 088-665-5065".
De esos, el 16, 82 % lo conformaron las agresiones a los hijos y  dentro de la pareja,  el 98 %  recae sobre las mujeres.
 Me pregunto entonces, cómo podríamos contribuir con nuestro trabajo durante el embarazo para disminuir semejante cantidad de casos, víctimas de violencia física y o emocional teniendo en cuenta que en su gran mayoría son las mujeres las protagonistas  de nuestros programas de preparación para la mater-paternidad . 
Debo confesar que  no nos sorprende del todo que esto ocurra, cuando  observamos en nuestro trabajo que a muchas mujeres les cuesta defender sus derechos a parir dignamente , sin los apresuramientos a los que las somete el sistema médico en general y por consecuencia terminan exponiendo a sus niños a un maltrato al que muy probablemente luego ellos se acostumbrarán y hasta considerarán como normal y perpetuarán en las generaciones siguientes..
Cómo intervenir entonces para que todas las mujeres cuenten con los recursos físicos , materiales y emocionales para enfrentar un momento tan decisivo en sus vidas y la de sus hijos con confianza en sí mismas y con esa amorosa alerta de sus compañeros(as) que les garanticen un espacio de seguridad para traer sus hijos al mundo?.
Cómo ayudarlas a reconocer situaciones en las que son descalificadas,  amenazadas o trivializadas en sus planteos y  fortalecerlas  para que puedan decir NO  a todo aquello que pretenda privarlas de su libertad para elegir cómo cuándo y con quién parir.
Nunca tan oportuno el pensamiento de Michel Odent cuando plantea que  la forma de nacer determina el tipo de sociedad que conformamos . Es que suprimiendo  la violencia en el parto, estaremos participando de la construcción de un mundo con menos guerras intra, inter y extra familiares y estaremos convirtiendo a esta etapa  en una verdadera escuela para respetar la vida.

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MAR ABR 2013

Por el fin a la violencia sexual, institucional y obstétrica contra las mujeres

Una vez más se conmemora este 8 de marzo el Día Internacional de la Mujer , designado por la ONU como tal en memoria de las mujeres americanas que se organizaron en 1857 para manifestarse contra las condiciones inhumanas en las que trabajaban.
Tantos años después aún es necesario seguir levantando las banderas que clamen por una mayor justicia e igualdad de género.
Es que las mujeres aún siguen padeciendo de distintas formas de violencia, en el hogar, el trabajo, la política, las cárceles, el sistema judicial, los medios de comunicación, y hasta en el ciberespacio.
Son efectivamente las mujeres las víctimas de  violencia cuando se les niega el derecho al aborto, o a disponer de una asistencia  adecuada de su salud reproductiva, violando sus derechos básicos a una atención  institucional y obstétrica digna y respetuosa. 
Cuando no son informadas sobre las prácticas obstétricas a las que serán sometidas, o son maltratadas por el abuso de intervenciones innecesarias durante el parto y el nacimiento de sus hijos.
Cuando son privadas del derecho a elegir cómo, cuándo y con quién parir.
Cuando el índice de cesáreas aumenta día a día llegando a un 70 % en la práctica de clínicas privadas de nuestra ciudad.
También es violento que las mujeres que trabajan no cuenten  con espacios de cuidado infantil o recursos económicos para acceder a ellos provisto por las empresas que las contratan ya que las tareas de crianza aún están mayoritariamente a su cargo, como también lo están las de ocuparse de cuidar a enfermos y a adultos mayores.
Por esto y por muchos más motivos es que mujeres y hombres concientes de estas desigualdades estamos  trabajando juntos por un cambio que ponga  fin a lo que, afectando a una parte de la población, termina impidiendo que crezcamos todos.

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MAY JUN 2013

Los sonidos del silencio

 
En estos días se celebrará una vez más la Semana Mundial del Parto respetado, cuyo lema este año es "Silencio, Mujer pariendo , Bebé naciendo".
Parir y Nacer , dos experiencias que comparten el mismo escenario y se deben mutuamente la existencia.
La mujer que al parir , se pare como madre y da a luz a su hijo y el bebé que con el parto de su mamá , nace a la vida.
Ambos requieren del respeto de quienes lo acompañan, (pareja, familia, equipo obstétrico) , de un contexto favorecedor que los aliente para enfrentar semejante evento.
En cada mujer éste puede ser diferente. Mientras algunas lo atraviesan en silencio, otras necesitan gritar a viva voz sus sensaciones. Las hay quienes buscan la mirada de un otro u otros que la acompañe, y otras que en cambio encuentran su mayor fuerza en la soledad.
A muchas una institución les genera seguridad y se rodean de la mayor cantidad de recursos médicos y tecnológicos. Otras en cambio desconfían de lo que éstos les puedan brindar y aún más, temen perder así sus propios poderes para enfrentar la experiencia y resuelven entonces parir en sus casas.
No importa cómo, cada una transite la experiencia. Lo importante es en qué medida cada mujer puede elegir y es capaz de hacer respetar lo que considera mejor para ella y su bebé.
Nuestro desafío a lo largo del programa que ofrecemos, es justamente poder detectar cuáles son las expectativas de cada familia, las posibilidades físicas, emocionales y económicas de cada mujer respecto de su parto y qué capacidades podemos ayudarle a potenciar en un momento tan fértil para producir transformaciones en su crecimiento como persona.
El "silencio" que promueve el lema de esta semana es el que debemos guardar todos los que acompañamos este proceso para no interferir con las necesidades y singularidades de cada "parturienta", imponiendo nuestras ideas, creencias y modos de intervenir.
Para ellas reservamos el derecho a elegir los colores de todos los sonidos, gestos, y expresiones que la ayuden a parir y hacer nacer a su bebé . Respetar y acompañar sus decisiones es nuestra responsabilidad.

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JULIO AGOSTO 2013

La otra re-ligión

Hay momentos en nuestras vidas en que nos sentimos más ligados a los otros: nuestra pareja  nuestra familias, nuestros amigos, la comunidad o el país en que vivimos.Hay otros en que nos sumimos en nuestro mundo individual y perdemos esa conexión. Durante el embarazo suele producirse en los futuros padres,  un sentimiento de estar ligados profundamente a otro ser,  lo que representa un verdadero aprendizaje amoroso. Pero más allá de esta etapa, estar ligados a la vida que llevamos, junto a la que han transitado nuestros antepasados y por la que transcurrirán los que nos sucedan, representa una experiencia transtemporal de otro orden. Es como si las múltiples formas de ligarnos con nuestros semejantes nos fueran entrenando para re-ligarnos con lo que existe más allá de nuestros universos, convirtiéndonos en seres de cierta manera  re- ligiosos.Es ese sentimiento de estar ligado con todo lo que sucede en el tiempo y en el espacio,  como interpretamos el sentido de la re-ligión.Por eso soy re-ligiosa cunado me conmueve lo que sucede en cualquier parte del planeta, o cuando exploro mis raíces en las generaciones que me antecedieron, o cuando me imagino acompañando el crecimiento de los futuros hijos de mis hijos.
Encontrar el sentido en la construcción de estos lazos nos recupera del angustiante sentimiento de estar aislados en el mundo  sin referencias y hace de nuestras vidas una experiencia re-ligiosamente reveladora.  

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SEP OCT 2013

Más allá de un curso pre-parto

Cada día más mujeres quieren recuperar sus derechos a parir decidiendo cómo, cuándo, dónde y con quién hacerlo.
Parir, hacer nacer, es mucho más que dolor, es una experiencia compleja en la que cada uno participa con su historia y con los recursos que a lo largo de la vida fue construyendo.
Es hora que los llamados Curso Pre-Parto dejen de ser un entrenamiento de técnicas respiratorias para el trabajo de parto, que se deja para el último mes, o peor aún un adiestramiento organizado para que la mujer no perturbe y "colabore" con el Sistema en la llamada "conducción de parto".
Proponemos un espacio donde los futuros padres compartan junto a los profesionales la responsabilidad de una Preparación para la Maternidad y Paternidad.
Un proceso en el que se vayan recreando recursos cognitivos, corporales y emocionales que inviten a la mujer a conectarse con lo imprevisible y lo disruptivo que puede resultar la experiencia de parir y hacer nacer, que puedan reforzar su derecho a adueñarse de su cuerpo y recuperar su poder no sólo como reproductora sino como productora de vida.
Alentamos la reflexión sobre los cambios económicos, sociales y culturales que atraviesan en estos tiempos a varones y mujeres, invitándolos a revisar las formas tradicionales en que cada uno se involucra en la crianza , creando roles maternos y paternos más flexibles.
Sería alentador que ese espacio destinado en prepararse para recibir un hijo, fuese aprovechado como una oportunidad para el crecimiento individual de la pareja y de nuevas formas de relación social.

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NOV DIC 2013

Madres no rosas

"Madres no rosas" fue el nombre con que nombró la autora de una nota periodística* , a esa nueva camada de mujeres que se animan a vivir su maternidad asumiendo sus imperfecciones.
Con ese espíritu no idealizante acompañamos cotidianamente a las mujeres que participan de nuestro Programa de Embarazo saludable.  Aquellas que buscan construir sus propios modelos más allá  de las tendencias que intentan imponerse respecto a tipos de parto, crianza y pareja.
Resulta imposible para  estas generaciones de mujeres poder disfrutar  de las conquistas  obtenidas por sus  madres para participar del  ámbito público  y a la vez cumplir con las prácticas de crianza de tiempo casi exclusivo  que llevaban sus  abuelas  y que hoy vuelven a promocionarse como las mejores para criar  hijos emocionalmente sanos.
 En nombre de la sacralidad de la institución maternal, se las presiona para cumplir con tareas, rituales y conductas que sólo ellas deben  cumplir y a menos que se repartan más democráticamente con la pareja, se tornan imposibles de sostener.
El resultado es un regimiento de nuevas madres culpabilizadas por no alcanzar con los objetivos propuestos por las teorías de turno, que paraliza cualquier intento creativo que busque la propia manera de serlo.
Como si esto fuera poco, en los consultorios psicológicos, psicopedagógicos y médicos, se responsabiliza  generalmente a  las madres de cualquier síntoma o problema que su  hijo pueda  experimentar.
Es hora de alentar a todas las mujeres a defender sus derechos no sólo a parir a sus hijos como ellas elijan sino a parirse ellas mismas como madres no rosas, y disfrutar de una maternidad  multicolor.
*Nota publicada en Las 12: "Cortala con la dulzura", incluída en sección artículos de interés de este Boletín.

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