Pariendo un nuevo Año

Cuando cumplimos años, celebramos el tiempo transcurrido desde el día de nuestro nacimiento hasta ese momento.
Sin embargo, no siempre somos concientes del hecho mismo de  haber sido paridos y haber venido al mundo en esa precisa fecha, y mucho menos de las circunstancias que rodearon ese acontecimiento.
Conocemos poco del tratamiento que se le dio al parto, por quién fue atendido,  por quién acompañado, cuánto tiempo duró, en qué espacio se dio, cuál era el contexto social, la situación familiar, las condiciones económicas y políticas en las que transcurrió. Sin embargo, todos estos factores son fundamentales en la construcción de lo que somos.
El comienzo de un nuevo año, del mismo modo que el nacimiento de una nuevo ser,  marcan un hito, un antes y un después. Un esperanza, una expectativa, un voto de confianza a lo por venir.
 Podríamos pensar que las circunstancias que lo acompañan , también son importantes para lo que se desarrolle a lo largo del mismo. Lo que en ese período transcurra tiene la fuerza de lo inaugural,  como de volver a parirnos , renovar nuestras fuerzas, y prepararnos para seguir creciendo.
Si bien el desafío se mantiene vivo a lo largo de todo el año, es en sus inicios cuando trazamos  nuestros proyectos, ilusiones y utopías. Son ellas las que nos dan el ánimo que necesitamos para tomar  algún rumbo, aunque internamente sepamos que éste pueda redireccionarse  en cualquier momento.
Pensar este período del año,  como una recreación de los tiempos en los que vinimos al mundo, puede ayudarnos a cuidarlo, respetar sus ciclos, escuchar sus particularidades, comprender y aceptar los límites con los que se presenta.
Estar embarazados de nuestra propia vida es apostar a parirnos a cada rato., celebrar el tiempo, que con su pasaje, nos ayuda a tomar conciencia de nuestra eterna finitud.
 

Lic. Viviana Tobi
Directora de Tobi Natal

Por un Día de las Mujeres y de los Hombres

Este 8 de marzo se conmemoró el Día Internacional de la Mujer.
Es preciso recordar que a pesar de todos los avances, las mujeres siguen siendo el grupo más discriminado de todo el planeta. Esto significa, entre otras cosas, que son las más golpeadas por la pobreza, la exclusión y la desigualdad.
Somos concientes de que las mujeres que participan de nuestro Programa de Embarazo saludable, o de otras propuestas similares, representan un porcentaje infinísimo de la población femenina que tiene acceso a éste o u otro tipo de atención y protección en la perinatalidad. Por ejemplo, se sabe que las tasas de mortalidad materna son las más altas en el mundo en desarrollo. Según las cifras de la ONU, 350.00 madres mueren por año en el embarazo, o en el parto y más del 98 % de estos episodios sucede en estos países.
En materia de salarios la desigualdad sigue siendo muy fuerte. Por ejemplo, un relevamiento sobre discriminación salarial en 83 países (ONU Mujer 2011) muestra que existe de un diez a un treinta por ciento de diferencia entre ambos sexos.
En Latinoamérica, las mujeres ganan considerablemente menos que los hombres. A diferencia de los países escandinavos, que según el informe del Foro Económico Mundial 2011sobre equidad de género, han logrado por el momento reducir esta diferencia a un 20 %.
Aún en situaciones económicas más favorables, como las que gozan muchas de las mujeres a las que acompañamos en nuestro Centro, las mujeres pagan costos emocionales muy altos por su integración profesional y o laboral.
Para poder desarrollarse en el mercado de trabajo deben sobreeforzarse para además poder cumplir y disfrutar de sus derechos y responsabilidades maternales y domésticas con las que se sienten muy tironeadas.
Si bien revertir esta situación implica afectar a muchos intereses económicos de nuestro sistema, creemos que para que se produzca un verdadero cambio, es necesario revisar el modo en que hombres y mujeres se involucran en temas de crianza y del cuidado del la familia. Tendremos que educar hijos que puedan superar el actual modelo de las relaciones intergénero, haciendo que en lugar de la discriminación, las diferencias entre hombres y mujeres sean aprovechadas para potenciar sus fortalezas. Ese es el desafío que asumimos hoy muchas Mujeres y Hombres en general junto a los nuevos madres y padres, que desean que sus hijas e hijos así como los del mundo entero, puedan crecer en el respeto de sus derechos y disfrutar de sus respectivas diferencias como personas.

Lic. Viviana Tobi
Directora de Tobi Natal

Cuánto cuesta parir?

Como todos los años desde el 2004, en el mes de Mayo se celebra en varios países de América y Europa "La Semana Mundial del Parto Respetado" , una oportunidad para informar y debatir sobre algún tema específico relacionado con el nacimiento. Ver detalles en   http://www.tobinatal.com.ar/humanizacion.htm
En esta oportunidad el lema será "El nacimiento y la economía", con el que esperamos esclarecer cómo inciden los factores económicos en las políticas responsables de resguardar el buen nacer y parir de nuestros hijos.
Elijo traer aquí sin embargo sólo un aspecto de esta cuestión, porque afecta la decisión de muchas de las asistentes de nuestro Programa en Tobi Natal a la hora de elegir cómo, cuándo y con quién parir. Si bien la mayoría de ellas cuenta para la atención del parto con los beneficios de cobertura que les brinda el sistema de salud de alguna Obra Social o Pre-paga, muchas veces la embarazada no encuentra dentro de la cartilla de prestadores médicos de su empresa aseguradora, un equipo de profesionales que coincida con sus expectativas de tener un parto fisiológico, con una intervención médica mínima, reservada sólo para el caso en que haya que resolver alguna complicación inesperada.
Es así que cómplicemente, se confiesan buscando ese profesional haciendo, un "casting" por varios consultorios, y como en general no lo encuentran terminan abandonando su proyecto. Sin saberlo la mujer se encuentra haciendo alianza con sus temores de encarar un parto activo y se entrega pasivamente a la oferta de quienes les proponen un parto rápido "sin dolor" del que casi "ni se va a dar cuenta" con prácticas a las que originalmente no hubiera querido ser sometida (goteos, episiotomías, peridurales, posición de litotomía para parir , corte prematuro del cordón, rápida separación del bebé de la mamá al nacer, o hasta cesáreas innecesarias) pero para el cual no deberá desembolsar otro dinero más que el que mensualmente abona con su cuota o deducción salarial.
En esta elección entonces el factor económico se torna definitorio ya que para poder encarar otro tipo de parto la mujer debe o bien optar o por algún servicio hospitalario gratuito en el que se esté trabajando bajo las pautas del llamado "Parto Humanizado", (son pocos en nuestro país) o bien contratar los servicios de algún equipo con médico y o obstétrica privado con estas características.. Se plantea además la disyuntiva entre usar las instalaciones de la clínica o sanatorio de su seguro, que no siempre acepta la intervención de un equipo fuera de cartilla o programar una atención domiciliaria. En ambos casos la pareja debe confrontarse no sólo con su disponibilidad económica sino también con los criterios individuales o de pareja para decidir cuáles son sus prioridades económicas a la hora de invertir o no en la Salud psicofísica tanto de ellos como de su hijo por nacer.
Todas estas circunstancias ponen al descubierto un sistema de salud perverso tanto para los usuarios como para algunos profesionales que si bien están por un cambio, consideran insuficientes los honorarios que les reconoce la prepaga cuando ofrecen una atención en tiempo y dedicación muy diferente a la normatizada por este sistema en el que "TIME is Money."
Es responsabilidad de todos nosotros, trabajar por que se incremente el presupuesto público destinado a la Salud perinatal y por que se incluyan en las cartillas de prestadores de las Pre –pagas propuestas de profesionales que ofrezcan la atención de un Parto fisiológico, con su correspondiente reconocimiento económico diferenciado. Asimismo es hora que el Acompañamiento psicofísico durante todo el embarazo y post parto, pueda contemplarse como un servicio al que tengan derecho todas las Mujeres y parejas gestantes ampliando así el Curso básico preparto, como única prestación nomencalda.
De nosotros también depende que esta etapa de la vida esté económicamente más resguardada.

Lic. Viviana Tobi
Directora de Tobi Natal

Ni madre ni padre hay uno solo

Revisando los artículos de interés que acompañan la edición de este Boletín, observo que muchos de  los temas que se debaten, giran en torno a los derechos que asisten a padres  e hijos tanto durante la concepción,  como en el momento del parto,  y también una vez el bebé nacido, al considerar al apellido como una elección.
 Efectivamente,  mientras por un lado un anteproyecto presentado por el Gobierno establece que los padres podrán poner a sus hijos el apellido de uno u otro, o ambos, en cualquier orden, la  Cámara de Diputados aprueba una iniciativa por la cual las obras sociales y prepagas estarán obligadas a hacerse cargo de los tratamientos de la infertilidad, y por otra parte una investigación de la ingeniería genética inventa una vaca que produce leche maternizada.
Los viejos órdenes empiezan a ser cuestionados y el linaje genético ya no es el único que regula las relaciones familiares.
Es así que, en la medida que la diversidad sexual y cultural de nuestra época nos plantea alternativas antes impensadas para las categorías hegemónicas de nuestro sistema de creencias referidas a lo parental,   ya no es admisible la idea de que  "madre hay una sola" ni tampoco inimaginable el hecho de que dos hombres puedan tener un hijo, con la ayuda de un vientre subrogado. Algo de la idea del hijo como objeto que se posee por el solo hecho de compartir material genético se desvanece. La mater-paternidad deviene una experiencia en la que la decisión conciente de los progenitores tiene más valor que la que establecen los vínculos sanguíneos exclusivamente .  
Si bien es cierto que muchas de estas situaciones son experimentadas,  por el momento, por una pequeña minoría, este tipo de acontecimientos nos confrontan con nuestras limitaciones para creer y crear nuevos modelos, desafiándonos a vencer prejuicios y a desplegar nuestra creatividad para encarar nuestras vidas familiares.

Lic. Viviana Tobi
Directora de Tobi Natal

El placer en "El origen del mundo"

Los invito a visitar la obra de Gustave Courbet (1819-1877), El origen del mundo, 1866
Óleo sobre lienzo, Alt. 46; Anch. 55, en http://www.musee-orsay.fr/index.php?id=851&L=3&tx_commentaire_pi1%5BshowUid%5D=125&no_cache=1.
Nos encontramos aquí con una genial imagen de la anatomía sexual femenina.
Al titularla "El origen del mundo", Courbet nos hace cómplices de su mirada en la que sexualidad y maternidad están íntima y brutalmente ligadas.
La potencia de sus trazos, más allá de su genialidad pictórica, radica en que no necesita disfrazar el cuerpo femenino con inútiles correcciones depilatorias.
Nuestra fuerza para dar origen al mundo proviene de su propia naturaleza que no nos imaginó ni "episiotomizadas" ni tampoco con labioplastías, esa operación quirúrgica para reducir los labios genitales que cada vez más mujeres descontentas con la apariencia de sus vulvas, las someten a una intervención quirúrgica.
En este boletín encontraremos algunos artículos sobre estas tendencias y cómo nos ha afectado a las mujeres el haber perdido contacto con nuestra sexualidad ya sea inhibiendo la segregación natural en el parto de las "hormonas del amor", como las llama Michel Odent, como sometiéndonos a prácticas estéticas que nos alejan de una experiencia sensible y tan vital para dar origen al mundo sin perder nuestro derecho al placer.

Lic. Viviana Tobi
Directora de Tobi Natal

Vivan las diferencias!

En el reciente Congreso Internacional de Sexología de Medellín, presentamos junto a un grupo de colegas sexólogas un poster que ganó el premio al mejor trabajo presentado como tal,  al que pusimos el nombre de "Viva la diferencia" .(Ver en Comunidad Tobi Natal)
El mismo plantea una denuncia de las prácticas de ginecoestética que intentan homogeneizar los genitales externos  femeninos, infantilizándolos a través de labioplastías y  técnicas de rejuvenecimiento genital  que son  difundidas y consumidas por  un particular sector de la población femenina.

En esa misma línea vemos que existe cada vez una mayor tendencia en regular la manera en que los niños nacen, usando la cesárea como un recurso que borra la singularidad que cada mujer tiene para parir.  Y hasta la posibilidad de que cada una elija dónde quiere hacerlo, ya sea en su casa o en una institución, está mal  considerado por quienes pretenden que el hecho mismo de dar a luz entre dentro de un mismo protocolo de atención.
El asunto de  borrar las diferencias , es impedir la expresión de nuestras propias subjetividades.
Esas que hacen que también tengamos para nuestros hijos diferentes criterios sobre cómo criarlos: que si teta o no , que si colecho o su cuna en un cuarto separado, que si un jardín maternal o la mamá full time, que si medicina Homeo o Halopática, que si upa enseguida o que espere un poco.

Estas y otras cuestiones nos han llevado todos estos años a pensar en el respeto por las elecciones de cada mujer, de cada familia y a no responder con modelos fijos a las preguntas acerca de qué hacer frente a los dilemas con los que la vida nos enfrenta a cada momento.
Porque finalmente siempre hay una normalidad en la diferencia y una diferencia en la normalidad.                

Lic. Viviana Tobi
Directora de Tobi Natal