Año 2010

 


ENERO FEB 2010


El calendario de las madres


Estamos aquí, acompañando a todas las futuras y recientes mamás, se hayan ido o no de vacaciones.
Estamos como lo venimos haciendo en forma ininterrumpida desde hace casi 35 años. Porque sabemos que la maternidad no se va de vacaciones. Porque el vacacionar de las madres es tal vez encontrar nuestros propios momentos, mientras transcurren los tiempos comunes, con nuestros hijos.
Es seguir creciendo como mujeres mientras asistimos al crecimiento vertiginoso de quienes parimos.
Es preguntarnos a nosotras mismas a partir de los interrogantes que ellos nos formulan.
Y, sobre todo, aprendiendo a darnos a la vida sin feriados ni vacaciones, pero con el acompañamiento amoroso y el reconocimiento de los que nos rodean, por lo que invertimos corporal y emocionalmente cada día del calendario de nuestras vidas.
Lic. Viviana Tobi.
Directora de Tobi Natal

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MARZO ABRIL 2010


No empujemos al río

 
Vivimos épocas apuradas, corremos de un  lado a otro. No nos gusta esperar. Marcamos nuestros tiempos apresándolos en agendas que van definiendo nuestras vidas y hasta necesitamos domesticar nuestras necesidades fisiológicas del comer, dormir y hasta de hacer el amor. El  flujo de lo que viene es sistemáticamente encausado de acuerdo a nuestras voluntades. Seguimos protocolos que reglamentan nuestra naturaleza, la domestican, haciéndola digerible al sagrado monstruo de nuestra voluntad.
Nos perturban las aguas que circulan mansamente, y pretendemos empujarlas  torciendo sus sabios rumbos. No soportamos no tener el control de nuestro devenir y vamos por eso interviniendo desesperadamente en lo que está a nuestro alcance, la tierra, nuestros cuerpos, nuestros dolores, la forma en que parimos nuestros hijos, en que los alimentamos y los disciplinamos para este mundo.
Las catástrofes climáticas nos rodean y miramos atónitos sus consecuencias.
Pero seguimos generando las condiciones que las producen.
Las mujeres tenemos sin embargo en nuestras manos la posibilidad de que algo cambie,.
Con cada nacimiento en que se hayan respetado los tiempos  fisiológicos del parto y permitiendo a nuestros hijos nacer al ritmo de su propio reloj biológico, estaremos recuperando algo del perdido equilibrio de nuestro planeta y con ello aportando a toda la humanidad una posibilidad para seguir en este río sin empujones. 
Lic. Viviana Tobi.
Directora de Tobi Natal

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MAYO JUNIO 2010


Parir con "P" de Placer y de Poder

En pocos días más, del 16 al 23 de mayo, estaremos celebrando una vez más la Semana Mundial del Parto Humanizado, una iniciativa en la que desde el 2004 en varios países se organizan acciones conjuntas para concientizar a la población en general sobre la importancia de una atención respetuosa del nacimiento.
Este año el lema gira alrededor de lo placentero o traumático que puede resultar un parto en función del tratamiento que se le dé.
Pensar en el parto como una experiencia placentera, es por un lado recuperar su relación directa con lo sexual pero es también preguntarnos por el significado que adquiere en nuestra sociedad la palabra placer. Probablemente esté ligada a la experiencia inmediata que tenemos cuando obtenemos algo que deseamos, que por lo general no admite el dolor que provoca su espera, ni la incertidumbre sobre las vicisitudes de su recorrido.
Es inmediato, consumible y responde a nuestro control voluntario .
Parir con placer, en cambio, supone internarse en estados no conocidos, en un mundo de nuevas sensaciones e intensidades para las que hasta el momento no teníamos instrucciones. Atravesar los dolores que las contracciones puedan producirnos es como si viajáramos a otra galaxia, o entráramos en trance. Este placer, del que hablan las mujeres que han vivido su partos extáticamente sólo puede ser sentido en contextos que como describe Michel Odent, "haya condiciones de seguridad e intimidad que permitan que nuestro neocórtex, el que nos hace humanos y nos mantiene en estado de alerta segregando adrenalina (bloqueando el parto y la producción natural de oxitocina) esté lo más relajado posible, para que nuestro cerebro primitivo y mamífero, pueda trabajar sin interferencias "
Y sobre todo en aquellas situaciones que nos brinden confianza y nos alienten a explorar las posibilidades de nuestros cuerpos, para adoptar diferentes posturas, ensayar sonidos, movimientos, balanceos, o hasta masajes de estimulación autoerótica, que aumenten la producción de endorfinas (sustancias producidas por nuestros cuerpos encargadas de disminuir las sensaciones de dolor) y nos hagan sentir poderosas.
Es allí donde descubrimos que nuestra potencia femenina para parir nos permite no sólo acompañar activamente el nacimiento de nuestros hijos sino también atravesarlo con sensaciones intensas de Placer.

Lic. Viviana Tobi.
Directora de Tobi Natal

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JULIO AGO 2010

 

El derecho de los hombres a ser papás

En estos días en los que se discute en nuestro país el derecho de los homosexuales a contraer matrimonio, se instaló en nuestra sociedad el debate acerca de la posibilidad de que una pareja del mismo sexo pueda por lo tanto adoptar un hijo. Entre tantos prejuicios en los que fuimos educados por nuestra cultura, si bien se mira con cierta reserva el hecho de que dos mujeres puedan constituirse como pareja maternal, se lo ve con mejores ojos que si se tratara de dos hombres, ya que se considera que las primeras están dotadas por naturaleza de una capacidad para la crianza de la que los hombres carecen.
Este mismo pensamiento es el que durante tantos años hizo que los varones se mantuvieran alejados de las funciones de cuidado de su prole y que delegaran en sus mujeres estas responsabilidades y con ellas sus derechos a disfrutar del paternaje de sus hijos.
Hoy sin embargo, vemos que ser padres, es también cosa de hombres, y que muchos varones ejercen su paternidad de un modo activo asumiendo derechos y responsabilidades por igual en relación a las madres de sus hijos. Que las antiguas distinciones entre las habilidades de una madre o de un padre para el cuidado de un niño se van desdibujando y que hombres y mujeres pueden ser tan expertos en las mismas como lo permitan su sensibilidad y el tiempo que hayan invertido en la experiencia. Iniciativas como las del proyecto de ampliación para los hombres, de la licencia por paternidad, recientemente aprobado por el Senado de la Nación, contribuyen a que los hombres cuenten con un poco más de oportunidad para ejercitarse en su rol de padre.
Por qué suponer entonces que a un niño o a una niña criados por dos hombres que le brindan amor puedan faltarle la presencia de una mujer que lo materne, transcurridas ya las etapas biológicas de gestar y amamantar, exclusivamente femeninas?.
Por qué no reconocer que los varones pueden, al igual que lo necesitamos hacer nosotras, desarrollar sus habilidades paternas y hacer uso de sus derechos y obligaciones de ser papás?
Es una buena oportunidad para desandar prejuicios, revisar nuestras creencias y echar a andar nuestra creatividad para criar nuevos seres que reciban nuestro amor sin discriminar de qué signo es el abrazo que le ofrecemos.
Lic. Viviana Tobi.
Directora de Tobi Natal
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SEPT OCT 2010


Ser madre en Argentina 2010


Entre las diversas informaciones de interés que hemos incluído  en este boletín, figura el reciente estudio hecho por la Fundación Save  the children, según el  cual Noruega ha sido considerada como el mejor lugar para ser madre. En ese país en el que desde el 2009 se han garantizado por ley  las plazas en las guarderías, la licencia por maternidad llega hasta las 56 semanas con el 80 %del sueldo y 46 semanas con el 100 % .Además el hombre puede gozar de otras 10 con el salario íntegro. 
Es claro que son estas políticas sociales las que han permitido que probablemente las mujeres vivan su maternidad con menos presiones,  y la puedan disfrutar sin que su carrera profesional se vea tan amenazada.
En nuestro medio, muchas de las mujeres que participan del  programa de Tobi Natal  son profesionales de entre  35 y 40 años que habían postergado  hasta ese momento su decisión de ser madres por el miedo a no poder compatibilizar sus ocupaciones con las responsabilidades de  su nuevo rol. Con una legislación que contempla sólo tres días de licencia post parto para los hombres, ellas saben que tendrán que hacerse cargo de sus bebes casi con exclusividad.
El doble discurso que sacraliza la maternidad por un lado pero al mismo tiempo valoriza  más a la mujer laboralmente activa le exige  poder desempeñarse con eficacia en todas las áreas por igual sin  la protección social de leyes como las mencionadas en estos países escandinavos.
Esto  genera una tensión que se expresa la mayoría  de las veces con  conductas disfuncionales tanto para su salud como la de su bebe.
El embarazo puede ser un momento para revisar lo que cada una mujer espera de su rol como mamá en la sociedad que le tocó vivir y analizar de qué modo creativo puede disfrutar del beneficio de ser madre sin caer en la trampa del todo lo puedo cuando no se cuentan con los resguardos sociales necesarios para

Lic. Viviana Tobi.
Directora de Tobi Natal

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NOV DIC 2010

 

Parir o no parir, esa es la cuestión

Recientemente hemos incorporado a nuestro programa de talleres para parejas embarazadas un encuentro dedicado al tema de la cesárea a partir de la sugerencia de ex alumnas, que habiendo asistido a nuestra preparación, no se sintieron suficientemente preparadas para enfrentar y aceptar que se les practicara dicha intervención. 
Nos sorprendió que este nuevo taller, no haya tenido de todos modos, mucha respuesta en las futuras mamás que asisten a nuestro Centro.
 Empezamos a pensar que probablemente exista hoy en las mujeres un sentimiento ambivalente respecto a asumir la responsabilidad de elegir la manera de dar nacimiento a sus hijos. Por un lado se le dice "sí",  a un parto vaginal pero por el otro se lo condiciona, no sólo a las justificables razones de seguridad, sino a otras que tienen muy complejas motivaciones.
Plantear el tema de la cesárea no pretende  promover entre las futuras madres la cirugía   como método para dar nacimiento a sus hijos. Todo lo contrario. Nos resulta alarmante la alta frecuencia con la que se la practica en nuestros días en las clínicas privadas de la ciudad de Buenos Aires, llegando al 70 % de los nacimientos.
Somos concientes de que aunque el parto vaginal sea la manera más natural para que nazcan nuestros hijos, hay circunstancias en las que una cesárea se hace imprescindible para evitar poner en riesgo la salud de la mamá o del bebé.
Pero es necesario que conozcamos  cuáles operaciones son las justificables y en qué casos son exclusivamente producto de una nueva tendencia del sistema médico obstétrico.
También es justo reconocer que muchas veces son las mismas mujeres las que la demandan. En algunos casos,  movidas por ancestrales temores frente al dolor, culturalmente reforzados a lo largo de sus vidas, en otros por  experiencias angustiosas vividas en la familia o por otras personas significativas, a veces por miedo a lo desconocido. Otras tantas por haber vivido episodios sexuales traumáticos. Pero  tal vez sea simplemente por no haber tenido la oportunidad de desarrollar la confianza que se necesita para parir fisiológicamente.
Algo que comenzamos a percibir sin embargo en no pocas  mujeres es la gran dificultad que tienen para tolerar situaciones de incertidumbre, aquellas en las que no es posible controlar todas las variables, en las que lo impredecible se torna insostenible. La cultura de la inmediatez no admite tiempos de espera, y al escasear cada vez más  los relatos sobre partos y nacimientos respetados, hasta las mujeres que inicialmente preferían una experiencia natural,  en la última etapa,  ceden  a la presión  del entorno de terminar el  nacimiento quirúrgicamente.
Después de varias horas de trabajo de parto, tras el agotamiento y la incertidumbre sobre el tiempo restante,  sólo la confianza y el apoyo que pueden brindar el  acompañante y el equipo permiten sostener la decisión de seguir "trabajando" para  dar a luz naturalmente. 
Hace falta mucha información y sobretodo formación para poder elegir  parir fisiológicamente y sin fanatismos,  en una sociedad que aún no incorporó la educación para el nacimiento como temática de la salud desde la misma escuela.
Y en caso que una cesárea haya sido lo indicado, conocer cuáles circunstancias la tornaron necesaria  y lo que sucederá durante la intervención, ayudará a los padres  a vivir con menos  frustración la experiencia y  de todos modos participar como  protagonistas activos  del nacimiento de su hijo.

Lic. Viviana Tobi.
Directora de Tobi Natal

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