La psicóloga de los partos espirituales Hace 27 años que Viviana Tobi decidió tomar un camino diferente al que encaran la mayoría de los psicólogos, que en general se especializan en la parte clínica. En cambio, ella decidió fundar un centro de preparación para la mater-paternidad. "Nuestro objetivo es acompañar a la pareja en su preparación para un parto activo y una paternidad a conciencia, construyendo recursos corporales, cognitivos y emocionales que trasciendan los límites de los cursos de pre-parto tradicionales", explica la licenciada que desde 1975 optó por desarrollarse en el campo de la prevención, que no es muy conocido dentro de la psicología: consiste en trabajar promoviendo salud. "No se trata de resolver un conflicto, sino de trabajar puntualmente sobre una fase especial de la vida de una persona, como en este caso es el embarazo, donde hay una gran movilidad emocional. Se produce un cambio muy importante, una crisis vital. Pero a diferencia de las terapias tradicionales, me centro en las cualidades y potencialidades de cada mujer, y no en sus dificultades. Además, realizo un trabajo con el área corporal, integrando de esta manera la salud física con la salud emocional". Al hablar de todos los aspectos que se modifican y hacen eclosión durante la etapa de gestación, Tobi fue más allá de las reflexiones convencionales y profundizó sobre su fase espiritual: "Aquellas personas que tienen la posibilidad de tener un registro conciente del embarazo, lo que significa dentro de su vida, pueden representar la evidencia de la continuidad de su existencia. Están tomando contacto con un orden universal. Habitualmente se vive esta experiencia en un nivel físico y afectivo. Se tiene en cuenta lo que representa emocionalmente para una pareja, de cómo somos capaces de desarrollar una capacidad de entrega y amor diferentes a los conocidos. Pero también se puede transitar la gestación desde otro plano. Se la puede ver como la evidencia en donde se plasma la creación misma del universo". Y luego de ahondar en este tema existencial, esta psicóloga poco convencional agregó: "Pensar al embarazo con esta significación, también incluye la conciencia de la vida y la muerte. Porque hablar de nacimiento es también hablar de muerte. Hay algo que comienza y algo que termina. Nacer es empezar a morir. Desde mi Centro, lo que tratamos de transmitir es que mejorando nuestra calidad de nacimiento, podemos mejorar nuestra calidad de vida y, en definitiva, nuestra calidad de muerte. Son temas duros de tratar, en general porque cuando las personas están contactadas con el tema de parir, sienten que la vida y la muerte son opuestos, y no es así". Tobi hace hincapié no sólo en la importancia de que las mujeres tengan una vivencia de fuerte intensidad física durante el embarazo, semejante a la que vivirán en el momento del parto, sino también en tomar el nacimiento de un hijo como la posibilidad de resignificar la propia vida. "Ahí es donde yo siento que se abre una dimensión espiritual: semejante evento nos proporciona las herramientas para tomar conciencia como nunca. La extremada sensibilidad que tiene una pareja cuando está esperando un bebé puede aprovecharse para considerar aspectos de la vida cotidiana que en general no nos detenemos a pensar. La repercusión que tiene cada acción, cada palabra, que modifica el orden universal. Por eso considero que el lugar del nacimiento debe ser como un altar, porque en ese momento se está gestando algo muy sagrado: es un alma que está entrando en otro plano". Por este motivo, la licenciada estimula a que se realice una búsqueda para que el equipo que acompañe en el parto sea lo más respetuoso posible de las condiciones del nacimiento. Es decir, que tenga un trato humanizado, no mecanizado, y que por sobre todo, respete las individualidades de cada pareja. "Algunas preguntas que se le pueden realizar al obstetra son: ¿hasta qué semana espera que se realice el trabajo de parto naturalmente?, ¿cuál es su opinión entre probar una inducción o ir directamente a una cesárea?, ¿cuál es su posición respecto de la episiotomía?, ¿puede la mujer elegir la posición para parir?, ¿usa analgesia o anestesia en forma sistemática? Y con respecto a la elección de una maternidad: ¿podrá mi bebé permanecer conmigo durante todo el día y la noche?, ¿podré hacer mi trabajo de pre-parto en la habitación o lo tendré que realizar acostada en un cuarto preparado para ese fin?, ¿podrá mi pareja entrar al quirófano en caso de ser necesaria una cesárea?". Viviana Tobi explica que la idea es transformar un parto de un hecho meramente médico, a un hecho humano con una implicancia emocional y espiritual, tanto para el bebé que nace como para la mujer que pare. "El concepto es que en la medida en que los seres que nacen lo hagan de una forma respetuosa y humanizada, las personas que pueblen este mundo van a ser también más humanas y respetuosas, no violentas. La manera en que nacemos, así como la manera en que morimos, dan cuenta de la manera en que vivimos. Esta es la filosofía que hay detrás de toda mi propuesta, que se materializa en una práctica concreta". En relación al tema de la vitalidad corporal que se necesita para afrontar un parto, Tobi plantea una vez más una forma distinta de ver las cosas. "Un buen estado no sólo es necesario para enfrentar el parto, sino para vivir todo el embarazo. En realidad, el trabajo empieza mucho antes, en el momento de la concepción. El estado de la pareja, la calidad de vida que llevan en esa etapa, de alguna manera va a definir la salud y energía de ese bebé que están gestando. El parto es una culminación." ¿Hay algún consejo que pueda ayudar a la mamá a estrechar el vínculo con el bebé que lleva en la panza? "Detenerse en el registro físico, poder hacer una serie de ejercicios durante el día acompañados de una posterior meditación inducida por la respiración. Milenariamente, este es el recurso más utilizado y eficiente para conectarse con las sensaciones, con la percepción de uno mismo y, en este caso, con el bebé. Para alcanzar este estado, se pueden realizar una serie de visualizaciones: imaginar cómo es la vida del ser que llevan en su interior, cómo sería vivir en un medio acuático, qué sonidos percibe el feto (tanto los más románticos, como los latidos, como otros no tan lindos como el de los intestinos), cómo es ese mundo ritmado que habitan, de qué manera nuestras emociones y estados de ánimo los influye. En síntesis, con un ejercicio de respiración se trata de ingresar en otro estado de conciencia para poder conectarse de un modo diferente, no desde lo racional, con los mensajes que transmite el bebé a través de sus movimientos y vida. La meditación se induce con visualizaciones, colores, mantras, sonidos", explica Viviana. En relación al tema de la importancia de la lactancia materna, la psicóloga especialista en mater-paternidad dice que el canal de corriente amorosa circula tanto por el cordón umbilical como por la leche materna. Este, dice, es uno de los actos de entrega más generosos, más allá de que dar de mamar es una experiencia placentera. Además, Tobi reflexiona sobre una paradoja que se plantea durante el embarazo: "Por un lado estamos íntimamente unidos con el bebé que está dentro nuestro y que percibimos como muy cercano, pero al mismo tiempo es muy ajeno. Se trata de alguien que sentimos como uno, pero que es un otro. Y el acto mismo de parir es el acto de la separación. Como dice un filósofo, la ética comienza con el reconocimiento del otro. En este sentido, gestar, parir y criar es un ejercicio ético si se lo piensa desde una perspectiva más trascendental, en vez de puramente como algo fisiológico". ¿Qué pasa emocionalmente en los primeros meses post-parto? "Es una etapa de aislamiento. Se pasa de haber estado muy atendida y contenida durante 9 meses a estar ocupada las 24 horas con el bebé. La mujer no tiene tiempo para sí misma, para satisfacer sus propias necesidades. Es una etapa de gran postergación, difícil de aceptar para muchas personas. La llamada depresión post-parto no es algo tan frecuente, pero sí suelen darse situaciones de mucha sensibilidad, tristeza inexplicable, llanto". Una pregunta que se hacen muchas mujeres es si la práctica regular de gimnasia ayuda a que el dolor o las contracciones disminuyan o supriman, a lo que Tobi responde: "No es así. Lo que sucede es que la persona va a responder de un modo diferente a esas señales de su cuerpo. Va a tomar un contacto distinto, las va a acompañar, no se va a enojar con ellas. Se establece una relación de comprensión con lo que le está pasando. Se trata de entender qué es lo que ese dolor me está diciendo, cuál es el significado que le otorgo independientemente del significado que culturalmente se le da. En general, el dolor se toma como algo de lo que nos queremos deshacer, sin previamente escucharlo como un maestro que habla acerca de nuestra persona, de nuestro bebé. Una cosa es pensar que nuestro hijo nos está pateando, y otra muy diferente que está danzando en nuestro interior. El movimiento se puede interpretar de distintas formas, y a partir de cómo lo tomo, me conozco a mi mismo. En conclusión, todos los acontecimientos del embarazo pueden dar un espacio para que la persona haga un aprendizaje sobre sí misma. Esto va mucho más allá de su condición, y le dará herramientas para la vida. Esto es para mí el concepto clave: que el embarazo sea transformador". Destacados "En la medida en que los seres que nacen lo hagan de una forma respetuosa y humanizada, las personas que pueblen este mundo también van a ser más humanas y respetuosas. La manera en que nacemos, así como la manera en que morimos, dan cuenta de la forma en que vivimos". "La ética de los futuros padres para con su hijo comienza con el reconocimiento del otro. En este sentido, gestar, parir y criar es un ejercicio ético si se lo piensa desde una perspectiva trascendental, y no puramente fisiológica". "Lo importante con respecto al dolor, es que si se lo comprende la mujer va a responder de un modo diferente a esas señales de su cuerpo. Va a tomar un contacto distinto, las va a acompañar, no se va a enojar con ellas. Se trata de entender qué es lo que ese dolor está diciendo, cuál es el significado que le otorgo. En general, el dolor se toma como algo de lo que nos queremos deshacer, sin previamente escucharlo como un maestro que habla acerca de nuestra persona, de nuestro bebé. Una cosa es pensar que nuestro hijo nos está pateando, y otra muy diferente que está danzando en nuestro interior." |