Rol del padre

Tema polémico:
¿Es el padre imprescindible o su importancia en el desarrollo del niño es sólo una construcción cultural?

UN SEGUIMIENTO SOBRE 60 CASOS DURANTE 10 AÑOS
La investigación de una psicóloga de EE.UU. sostiene que un hijo varón criado por una madre soltera o una pareja lesbiana puede crecer y desarrollarse tan bien como un niño criado en un hogar tradicional.












UN TEMA DELICADO. ALGUNOS EXPERTOS SOSTIENEN QUE EL PADRE ES SOLO UNA CONSTRUCCION CULTURAL.

El tema llama a la polémica. ¿Es imprescindible la figura paterna en el hogar? ¿Un hijo varón criado por una madre soltera o una pareja lesbiana puede crecer y desarrollarse tan bien como un niño criado en un hogar que tiene una madre y un padre?

La psicóloga estadounidense Peggy Drexler, autora del libro "Criando niños sin hombre", siguió muy de cerca, durante 10 años, a más de 60 madres que criaban a sus hijos varones sin padre. Según Drexler, que es casada desde hace 36 años y madre de dos hijos, un niño puede desarrollar su masculinidad y sus emociones muy normalmente sin necesidad de convivir con su padre.

Glenn Sack, profesora del Unified School de Los Angeles, sostiene que la mejor prueba de que la tesis de Drexler es incorrecta son las estadísticas que muestran que —en la gran mayoría de los casos— los crímenes juveniles, los embarazos de adolescentes, los problemas de drogas y el abandono de las escuelas antes de terminar la secundaria están asociados a la falta de un padre más que a cualquier otro factor, incluyendo el nivel socioeconómico o la raza. "Al escribir en forma poética sobre los hijos que no tienen padre en sus hogares, Drexler no explica por qué hay tanta cantidad entre ellos que tiene problemas", escribió Sack en un editorial publicado en el Seatlle Post, el diario mas influyente del estado de Washington.

"Llegué a la conclusión de que los niños necesitan buenos padres, pero eso es genérico", dice Drexler, explicando que "la crianza de los hijos puede ser buena o mala pero no despende del sexo de los padres".

Drexler, profesora de Psicología de la Universidad de Stanford, compartió con los niños que incluyó en su investigación, vacaciones, fines de semana y días rutinarios. Y llegó a la conclusión de que los niños poseen una mezcla de agresividad y empatía que no observó en todos los hijos de familias con madre y padre.

Glenn Sack reconoce que hay chicos que crecen sin una figura paterna en sus hogares que son muy exitosos, como que también hay chicos que crecen en familias con padre y madre que son un desastre. Sin embargo, Sack insiste en que, en promedio, los chicos que crecen en un hogar con ambos padres están mejor preparados para la vida que los otros. Según Sack, si bien Drexler dice en su libro que tanto abuelos como tíos, amigos, padrinos o profesores pueden ser un buen modelo de padre para los chicos, en ningún caso esos sustitutos están implicados en la vida del chico de la misma manera que sus propios padres.

Drexler replica textualmente que "estos chicos tienen más figuras paternas que los niños que provienen de una familia tradicional". Sack, sin embargo, insiste en que más cantidad no significa mejor calidad, y que, salvo en raras excepciones, nada reemplaza a un verdadero buen padre.

La polémica es interesante porque se desarrolla en momentos en que están aumentando el número de madres solteras y también el número de parejas de lesbianas que tienen hijos ya sea adoptados o autoconcebidos con espermatozoides comprados.

En Estados Unidos existe la percepción de que la mayoría de los niños estadounidenses crecen en un hogar con un padre y una madre casados, "pero en realidad menos del 23 por ciento de los hogares están en esa categoría", afirma Drexler.

De acuerdo con el último censo, hay además ocho millones de mujeres que crían a hijos solas y al menos otras 100.000 familias que tienen madres lesbianas.

Otras opiniones

"Necesita un papá, aunque no sea biológico"
"Soy una mamá sin pareja; no me llamo a mí misma madre soltera", cuenta Guadalupe, una socióloga cordobesa de 40 años con años de residencia en Buenos Aires, donde nació Juan Pablo, un nene que ya tiene dos años y tres meses. Guadalupe explica que "Juampi nació luego de una relación de cinco años, pero el padre biológico decidió no estar y yo lo afronté sola". Ella reconoce que no coincide totalmente con Peggy Drexler, "porque mi experiencia es de sólo dos años".
"Juan Pablo tiene dos añitos y todo el mundo me dice que está muy bien, los profesionales que consulté y mi familia", dice Guadalupe, quien considera, sin embargo, que "el padre es necesario: lo que no es indispensable es que el padre biológico sea su padre".
Lo suyo, además del cuidado diario y de mucha calidad en el contacto y el cariño hacia su hijo, también pasa por consultas a una psicóloga de familia a medida que va recibiendo señales de Juampi. "La conclusión es que yo necesito un compañero que me secunde en la crianza y que me proteja como mujer; que me dé la protección que da un hombre en la casa", reflexionó.
Pero esto no la confunde: "Si ese compañero no está dispuesto a ser padre de mi hijo, no va a funcionar. La llegada de Juampi transformó y llenó mi vida: ahora todo es calidad respecto a lo vivido antes." Y subraya: "El padre es simbólico, desde mi punto de vista, porque como soy heterosexual y con el paso del tiempo voy a necesitar un compañero, éste tendrá que asumirse como padre, aunque no sea su padre biológico." Deja en claro además que "desde su derecho a la identidad debe saber quién es su padre biológico, pero desde el punto de vista de la paternidad es un rol: necesita alguien que lo ame, dispuesto a ejercer con gusto la paternidad".
No recomienda el camino de muchas madres que van a buscar al padre biológico del chico para exigirle que se haga cargo afectiva y económicamente. "Movilizadas más por su propia angustia que por la necesidad del niño, chocan con alguien que se ve obligado a paternar y no quiere hacerlo." "Es como complicarle la vida al hijo", señala, tras mencionar los casos de hombres que visitan al nene mientras hablan por su celular, que llegan tarde o que desaparecen por largas temporadas.

En nuestra sociedad muchos dan por descontado que sólo la presencia de un padre y de una madre logrará que un hijo varón se desarrolle debidamente. En esto coinciden principalmente algunos profesionales de la salud y cultos religiosos. Sin embargo, las cosas pueden ser no tan unidireccionales. Más allá de otras culturas y otras formas de organización social que a lo largo del tiempo sustentaron esquemas diversos, y que ya fueron analizadas en detalle por la antropología, cabría preguntarse si sólo la existencia de una pareja es suficiente para el niño. Lo será, en todo caso, si ambos se respetan mutuamente, es decir, si cada uno respeta el rol (masculino o femenino) del otro. Si no es así, no hay muchas garantías de que la cosa funcione. Quizá la forma correcta de plantear el tema sería esta: puede criarse a un chico sin padre, porque la figura paterna la adquiere del medio en que se desarrolla.

Dr. Mario Bromber
Asociación Argentina de Hipnosis Clínica San Luís 2633, 1º "B", Buenos Aires (1056) Tel. (011) 4962-5358 http://personales.ciudad.com.ar/bromber