Cuando la maternidad pone fin a la niñez

24.8.07 - La Nación
Ser mamá adolescente conlleva toda una serie de responsabilidades y peligros para las que no siempre está preparada una mujer tan joven.
Cynthia Palacios

No es un juego, pero en nuestro país miles de adolescentes estrenan su maternidad antes de dejar la niñez. Y ser mamá adolescente conlleva toda una serie de responsabilidades y peligros para las que no siempre está preparada una mujer tan joven.

Las estadísticas indican que cerca del 15 por ciento de los chicos nacidos en el país tienen mamás de menos de 20 años. De los 736.261 nacidos vivos en 2004, 2945 tenían madres de menos de 15 (0,4%) y 103.812 eran hijos de mujeres de entre 15 y 19 años (14,1%), según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).

Ser madre tan joven es el comienzo de una cadena en la que suelen sucederse el abandono escolar, las responsabilidades precoces, una inserción laboral obligada, además de la pérdida de la vivencia de lo que implica ser adolescente. El fenómeno está muy ligado a la pobreza: la mayoría proviene de hogares de bajos recursos económicos, en una proporción de 17 a 1, respecto de las de más altos ingresos. Y es bueno aclarar que cuando la mamá tiene menos de 12 años se presume que el embarazo es producto de un abuso sexual. ç

El embarazo adolescente tiene graves consecuencias psicológicas y físicas para estas niñas mamás. Según la Organización Panamericana de la Salud, la mortalidad de la madre y de su bebe se cuadruplica cuando la mujer es menor de 16 años y se quintuplica cuando la madre tiene menos de 15, por el riesgo de sufrir anemias, hemorragias o infecciones uterinas.

Las cifras de la maternidad adolescente ilustran el contraste entre las diferentes regiones del país: mientras que en la Capital el 6% de los bebes son hijos de menores de 20 años, la situación se agrava en otros puntos del mapa, como Chaco, donde el 24% de los bebes tienen madres de menos de 20 años. Le siguen Formosa, Misiones, Catamarca y Corrientes.

La maternidad suele actuar como un freno para las posibilidades de desarrollo de estas chicas. Uno de los efectos más graves es el fin de la escolaridad: según el Centro Latinoamericano Salud y Mujer (Celsam), la mitad de las adolescentes no iban a la escuela cuando quedaron embarazadas y el 58% la abandonaron durante el embarazo.

La repitencia es otro fenómeno que preocupa: el 20% de las madres adolescentes tienen su segundo hijo antes de cumplir los 20 años.