Cómo prepararse para un parto activo Construyendo recursos corporales, emocionales, cognitivos y espirituales durante todo el Embarazo.
Desde 1975 vengo acompañando como Psicóloga y desde el Movimiento Corporal a mujeres embarazadas y futuros padres en su Preparación para la Mater- paternidad. La mayoría desconoce la importancia que los cuidados de la salud corporal y emocional tienen para el desarrollo del bebé y menos aún qué tipo de nacimiento esperan para ellas y sus futuros hijos. Ante esta pregunta la respuesta más frecuente es "queremos un parto normal, rápido y seguro." No aparece en el discurso de las parejas ninguna referencia a la posibilidad de experimentar con el parto y el nacimiento alguna experiencia de crecimiento personal o de pareja y menos aún de placer, que los conecte con algo del sentido trascendente de la vida. Probablemente esta situación sea el resultado de una tendencia cada vez más marcada a considerar al parto como un trámite médico que como tal se ocupa de la no poco importante tarea de garantizar la seguridad con los más sofisticados recursos tecnológicos, a veces necesarios pero no suficientes para atravesar una experiencia tan significativa como lo es para cualquier ser humano llegar al mundo y para sus padres hacerlo nacer. Las condiciones socioeconómicas por las que atraviesa nuestro país hacen que encima parezca un lujo pretender que las embarazadas y sus parejas cuenten, además de los elementales controles obstétricos de rutina, con el respeto de derechos básicos como el de estar informados, poder elegir dónde, cómo, cuándo y con quién parir. Por eso consideramos imprescindible ofrecer algunas claves que pongan al alcance de los futuros padres la posibilidad de un Embarazo en Movimiento y un Parto Activo. Participar de una práctica corporal sistemática desde el principio del embarazo le permitirá a la mujer ir acompañando los sucesivos cambios corporales reconociendo los movimientos posturales más adecuados, sensibilizándose a sus mensajes, creando un alerta corporal que responda en cada momento creando condiciones que faciliten el tránsito por el dolor y alienten por la estimulacion endorfínica la percepción de las sensaciones placenteras tomando a la respiración como un medio para alcanzar nuevos estados de relajación y de conciencia. El conocimiento y o descubrimiento de su corpogenitalidad le permitirá disfrutar de la sexualidad en el embarazo, agenciarse de su potencia sexual para parir y defender la intimidad con su pareja en el nacimiento. Reflexionar individual y grupalmente con pares sobre estos y otras aspectos de su vida afectivo-emocional, le dará más recursos reforzando sus aspectos más adultos y empoderándola para decidir y exigir que se respeten en cada instancia sus derechos. Eligiendo responsablemente el equipo obstétrico. Las características del equipo médico obstétrico que atenderá el parto puede actuar tanto como un facilitador como un perturbador de un Parto Activo. Por eso consideramos importante conversar con el médico o informarse en la Institución donde se realice el parto sobre los criterios que se manejen en cada una de las prácticas. He aquí algunas sugerencias sobre qué preguntar o conversar con el médico:
Como es de suponer que el médico responda que todo dependerá de las condiciones en que cada parto se dé", sería conveniente preguntar siempre por la frecuencia en las que en su práctica ha optado por cada decisión. Tener en cuenta que en algunos países algunos médicos dejan estos datos a disposición de los usuarios. Afirmando la potencia femenina Hoy en día muchas mujeres no tienen confianza en su capacidad corporal para parir. Aún en un embarazo y parto normal se sienten desprotegidas si no hay un equipo electrónico que les confirme el buen curso de su trabajo de parto Como mujeres necesitamos recuperar nuestro derecho a parir con nuestras propias fuerzas porque representan la expresión de nuestra potencia creadora que nos hacen sentir plenas, con alegría con entusiasmo, satisfechas en la manifestación de un saber hacer sin libreto ajeno a nuestra forma, con nuestros cuerpos, desde nuestra sexualidad y con la confianza de que si no nos lo silencian con artificios químicos nuestro arte de parir emergerá con un grito liberador Pareciera que en nuestros días saber parir no es un bien valorado o no tiene la jerarquía social de la que gozan otras actividades que la mujer de hoy ha conquistado. Reconociendo que vivir un parto humanizado es ejercer los Derechos Humanos. Traer nuestros hijos a este mundo eligiendo en cada momento, desde la concepción, el embarazo y el parto, dónde, cómo, cuándo y con quién hacerlo, constituye en síntesis un modo de poner en marcha una práctica de defensa de los derechos humanos que seguramente será inspiradora de una vida social participativa y de respeto por la dignidad humana. Lic. Viviana Tobi |